Mientras que la cantidad de familias que encuentran dificultades para pagar sus préstamos ha crecido con fuerza este año, ahora advierten que esta problemática se traslada a los hogares de mayores ingresos, que son los que han recibido financiamiento por mayor monto en los últimos meses.

El aumento de la mora preocupa tanto al sector financiero como al Gobierno. Según el último Informe sobre Bancos que elabora el BCRA, con datos a agosto último, el ratio de mora para los préstamos a las familias alcanzó 6,6% del total, mientras que el coeficiente de irregularidad de las financiaciones a las empresas se situó en 1,4%.
La situación es transversal para quienes obtienen financiamiento en el sistema bancario tradicional, como para aquellos que se financian con fintech y billeteras virtuales. Y, al mismo tiempo, no distingue clase social: según un estudio realizado por el bureau financiero SIISA, los sectores de más ingresos que han recibido montos más altos en sus préstamos son los que tuvieron más dificultades para pagar los créditos.
El trabajo explica que esta dinámica se registra con mayor evidencia sistema no bancario. «Que la mora empiece a crecer entre los sectores de mayores ingresos es el dato más revelador. Habla de un estrés financiero que ya no se limita a los segmentos más vulnerables, sino que empieza a alcanzar a quienes históricamente daban estabilidad al sistema», analiza Alberto Teszkiewicz, coordinador de desarrollo e investigación de SIISA.
SIISA, una empresa de tecnología y buró con foco en el mercado financiero de crédito, analizó cómo accede la población argentina al crédito. Según el estudio, los jóvenes, de entre 18 y 25 años son quienes reciben menos crédito (7% en cantidad y 3% en montos) en comparación a los adultos menores de 60 años, que son la franja etárea «target» de las entidades financieras y no financieras para el otorgamiento (con un 71% en cantidad y 79% en montos). En tanto, los adultos mayores sólo reciben el 23% de los créditos, con un 18% de los montos, dados sus menores ingresos en relación a los del resto de la población.
Y justamente son los jóvenes quienes encuentran más dificultades a la hora de cumplir con esos compromisos financieros: presentan mora en el 8% de sus créditos por un 10% del monto en mora temprana, y en el 9% de los créditos por un 10% del monto con atrasos mayores a 90 días. La diferencia entre cantidades y montos se relaciona con que se atrasan en créditos de mayores montos.
Esto se explica por la menor tasa de empleo formal, menores ingresos y un consecuente grado de mayor incumplimiento por parte de los más jóvenes. Teszkiewicz remarcó: «Además del crecimiento de la mora entre los sectores de mayores ingresos -una señal que rompe con todas las tendencias históricas-, persiste una fuerte concentración de falta de acceso entre jóvenes y mujeres. Los jóvenes siguen accediendo menos al crédito y se atrasan más, y las mujeres continúan recibiendo montos menores. Sin dudas, las soluciones que incluyen a los segmentos desatendidos se posicionan cada vez con mayor fuerza».
Estancamiento a pesar de las expectativas
Del total de préstamos que otorgan los bancos, las líneas de financiamiento a las familias, créditos personales y tarjetas, representan el 46%. Hasta octubre, estos productos, que habían crecido con fuerza durante todo 2024, mostraban señales de estancamiento. Segun datos de First Capital Group, a finales del mes pasado, los préstamos personales registraron su primera caída mensual real desde marzo de 2024, mientras que las tarjetas de crédito también retrocedieron (-1,0% mensual real), afectadas por la escasa oferta de cuotas y la falta de actualización de límites.
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