Adrián Dárgelos y compañía llegaron con su «Bye Bye Tour» a Buenos Aires y volvieron a demostrar que sus shows son mucho más que un mero rejunte de hits.
Babasónicos volvió a presentarse en el Movistar Arena el viernes y el sábado a lleno total: su intrigante último álbum “Trinchera” y su excelencia en vivo provocan un interés que lleva al grupo a tener que realizar una nueva función el 28 de octubre en el mismo recinto, cuyas entradas ya están a la venta.
La coherencia es una de las marcas registradas de Dárgelos y compañía. Si el show fue en el marco del “Bye Bye Tour” y en entrevistas periodísticas indicaron que estos conciertos eran una puerta de entrada a “Trinchera” y no una presentación en su totalidad, el fin de semana en Villa Crespo cumplieron a rajatabla: el espectáculo empezó y terminó con la canción que le da nombre a la gira y durante la noche sonaron cinco canciones más del último álbum. Habrá que esperar para escuchar las restantes.
Durante el resto de la noche, Babasónicos se dedicó a lo que mejor sabe ejecutar: hacer y deshacer a gusto. “Este no es el festival de la canción donde festejan y aplauden”, vocifera el cantante en el estribillo de la descarada “Cretino”. Si bien no faltaron los hits y el público no paró de cantar y bailar durante las casi dos horas de show, la frase resume conceptos bajo los que el grupo se refugia hace tiempo: Babasónicos no cae en la tentación de hacer conciertos excesivamente largos y se permite prescindir de clásicos como “Y qué?”, “Microdancing”, “El loco” y “Fizz”, que seguramente más adelante volverán para darle descanso a otros hits.
Así y cobijados bajo una puesta impecable de Sergio Lacroix, el grupo pasa por hits radiales como “Los calientes”, “Putita” e “Irresponsables”; temazos de la nueva placa como “Mimos son mimos” y “Anubis»; perlas como “Su ciervo” y “Chisme de zorro” y rocanroles furiosos como “Así se habla”, todos con un Dárgelos que exprime a más no poder la extensión del escenario y se hace cargo del público permitiendo al resto del grupo entrar en un trance musical que resulta difícil comparar con otros grupos. En Babasónicos cada uno sabe su función y esta situación, lejos de funcionar como un limitante, genera el contexto ideal para generar momentos de dramatismo escénico tema a tema: buen ejemplo es la transición energética y la explosión que genera “La pregunta”, que nada tiene que ver con el número de reproducciones que tiene la canción en los sistemas de streaming.
Cuando Babasónicos jugó anunciando su “Bye Bye Tour”, algunos pensaron que se podía tratar de una despedida. El fin de semana demostraron que esto parece estar muy lejos.